Durante el último trimestre del año, el Superintendente del Medio Ambiente, Cristóbal De La Maza, realizó distintos viajes por el norte y centro sur del país. Su objetivo es claro: conocer en terreno los proyectos que más impacto ambiental generan y cómo estos se relacionan con las comunidades aledañas.
A fines de noviembre, realizó una visita a la Región del Biobío y la de Ñuble, donde pudo recorrer proyectos de alto impacto ambiental para esas zonas, como el Complejo Industrial Nueva Aldea de Celulosa Arauco, el relleno sanitario CITA-Ecobío y la construcción del Parque Fotovoltaico PSF I y PSF II en Chillán Viejo.
Un punto en común en ambas regiones fue el recorrido por zonas de humedales. En el caso del Humedal Rocuant-Andalién, ubicado entre las comunas de Penco, Talcahuano y Concepción, el Superintendente visitó las distintas obras en ejecución colindantes a dicha zona, que es un sitio definido por la organización BirdLife Internacional como una de las 176 áreas para la conservación de aves en Chile. Además, el lugar es reconocido por la protección en la región de un sinnúmero de inundaciones y oleajes extremos, como lo fue el maremoto posterior al terremoto de 2010.
En Quillón pudo recorrió la Laguna Avendaño, la cual podría ser declarada un “Humedal Urbano” y ser incorporada a la Ley de Protección de Humedades. El Municipio, la Seremi de Medio Ambiente y la Universidad Mayor preparan el informe que debe ser analizado, antes de la declaratoria, la cual permitirá regular las instalaciones lacustres.
“Con el nuevo reglamento de humedades urbanos, aprobado por el Ministerio del Medio Ambiente, es importante asegurar el cumplimiento normativo para proteger la biodiversidad”, explica la autoridad. Cabe destacar que en noviembre pasado se publicó en el Diario Oficial la Ley 21.202 sobre Humedales Urbanos, la cual busca el resguardo efectivo de dichas zonas por los beneficios que estos ecosistemas entregan a las ciudades, al ser áreas verdes ricas en biodiversidad, que además permiten control de inundaciones y mitigación del cambio climático.
La visita a estos humedales se conecta con la permanente preocupación por los más de 5.600 humedales alto andinos, los cuales están siendo monitoreados a través de imágenes satelitales, que permitirán detectar en una serie histórica, si se van deteriorando estos sistemas y si existe la infracción de alguna empresa, o es un efecto del cambio climático. “El uso de herramientas tecnológicas es esencial para la fiscalización de hoy y del futuro. No sólo puede pensarse en cuadrillas de fiscalizadores con casco en la calle, sino que la tecnología es un gran aliada para la Superintendencia”, explica De La Maza.
Acercamientos con la Comunidad
En los distintos viajes que ha realizado el Superintendente en este período, ha tenido reuniones con comunidades que conviven con proyectos de alto impacto ambiental. Así, por ejemplo, durante una visita a Atacama en diciembre, donde se recorrieron proyectos como la planta de Pellets de CAP y las instalaciones de Compañía Minera del Pacífico, se reunió con integrantes del Consejo de Recuperación Ambiental y Social (CRAS) de Huasco.
En tanto, en Caldera, tras la visita a la construcción de la planta desalinizadora de la zona, se reunió con la ONG Atacama Limpia. Su presidenta, Cecilia Martínez, entregó una minuta al Superintendente en la que detalla las principales demandas de la organización en temas ambientales de la zona, las que esperan sean abordadas en el marco fiscalizador que realiza la SMA.
“Me interesa conocer las inquietudes de la ciudadanía, entender sus preocupaciones medio ambientales, para que la SMA esté cada día más cerca de los chilenos y chilenas”, comenta el Superintendente De La Maza.
En esa visita a Atacama, el Superintendente además visitó Tierra Amarilla, donde pudo recorrer la zona junto al Alcalde (S), Cristóbal Zúñiga, y definió la zona como Zona Prioritaria de Fiscalización Ambiental. “Hemos visto hoy las presiones que tiene la comunidad sobre todo de la actividad minera. Hemos decidido nombrar y definir esta zona como prioritaria desde el punto de vista de fiscalización ambiental, vamos a realizar acciones para supervisar si las empresas que están emplazadas en este territorio estén cumplimiento con la normativa y así apoyar las mejoras de la calidad ambiental de Tierra Amarilla”.