La integración de la mujer en igualdad de derechos, salarios y funciones se ha tomado la agenda de los medios en los últimos meses. Tras el estallido del movimiento #Metoo en Estados Unidos, donde se denunciaron abusos cometidos por años en la industria cinematográfica, comenzó un fuerte movimiento en distintos países del orbe para poner en el tapete la necesaria igualdad entre ambos sexos ante igual labor, como también la necesaria participación e inclusión en distintos aspectos de la sociedad. En Chile, durante los últimos meses hemos asistido al auge del movimiento feminista, que entre sus reivindicaciones tiene a la equidad salarial, el fin de la educación sexista y la representación social.

La Superintendencia del Medio Ambiente ha ido expandiendo la cantidad de sus funcionarios progresivamente, desde su creación por ley en 2010, hasta hoy. Como institución relativamente joven del Estado, en su primer año en 2011 se contabilizaron en la institución 58 personas, las que se dividían en 23 mujeres (40%) y 35 hombres (60%).

Con el paso de los años la dotación se ha casi cuadruplicado, pasando a tener en 2017 un total de 212 funcionarios, de los cuales 109 son hombres y 103 son mujeres. En los años 2016 y 2015 tuvimos exactamente la misma cantidad de hombres y mujeres (95 en 2016 y 77 en 2015), lo cual marca un hito de paridad de género que se ha ido dando naturalmente –sin una política especial o cuotas— sino mediante la incorporación natural de distintos tipos de profesionales al cuerpo de funcionarios de la institución, siempre considerando su experiencia profesional, formación académica y su entusiasmo por incorporarse a una institución nueva en el ámbito ambiental.

Este año 2018 finalizaremos la expansión de la SMA con oficinas en todas las regiones del país. Entre los jefes regionales destacan seis mujeres, que comandan las operaciones en Arica y Parinacota, Tarapacá, Antofagasta, Región Metropolitana, Biobío y Los Lagos. Ingenieras ambientales, químicas y abogadas se cuentan entre las profesiones que estudiaron estas jefas que hoy dirigen las operaciones a nivel regional de la SMA. Muchas de ellas cuentan con magíster y diferentes estudios de posgrado, lo cual sin duda las posicionó a la hora de elegir entre los postulantes a los cargos que hoy ostentan, donde hombres y mujeres compiten en igualdad de condiciones.

El área ambiental en Chile sabe del liderazgo femenino. Desde que se creó el Ministerio del Medio Ambiente, han existido tres ministras (Ana Lya Uriarte, María Ignacia Benítez y Marcela Cubillos) y dos ministros (Pablo Badenier y Marcelo Mena). Equipos ministeriales que, por cierto, también han incluido fuertemente la participación femenina en la consolidación de la institucionalidad ambiental.

En Chile aún queda mucho por avanzar en materia de participación laboral femenina, ya que sólo un 48,5 % de las mujeres trabaja remuneradamente fuera del hogar, versus el 71% de los hombres. Sin duda, hay temas pendientes como el acceso a salas cuna y la igual repartición de labores en casa, como lo es el cuidado de niños, adultos mayores o enfermos. No obstante, la sociedad avanza y va en camino a nuevas cifras. Según datos del portal Mifuturo.cl del Mineduc, son más mujeres (57%) quienes se titulan de carreras de pregrado en Chile, ya sean universidades, Institutos Profesionales y Centros de Formación Técnica. Un gran desafío será su incorporación laboral, ya sea como trabajadoras dependientes o emprendedoras, o bien, como profesionales dentro de los Servicios Públicos del Estado, tal como las mujeres que se desempeñan en la SMA en labores de fiscalización, sanción y áreas de apoyo al giro de nuestra institución, donde destacan profesionales ligadas al ámbito ambiental como ingenieras en recursos naturales, biólogas, químicas, abogadas con especialización ambiental, hasta profesiones del área de la administración pública, contabilidad, auditoría, entre otras.

Por último, queremos contarles que prontamente se realizará por parte de una consultora externa a la SMA el levantamiento de un “diagnóstico en materia de equidad de género, brechas, barreras e inequidades para la consecución del programa de trabajo en estas materia”. Dicho programa fue comprometido por la SMA en el marco de los indicadores transversales de la institución con el Ministerio de la Mujer y la Equidad de Género.

Dicho programa se compone de tres etapas. La primera consiste en un levantamiento de un diagnóstico en materia de Equidad de Género de los productos la SMA, para luego en función de dicho diagnóstico, invitar a todas y todos a participar activamente en las actividades de capacitación que serán desarrolladas en el segundo semestre. Por último, la tercera etapa consiste en evaluar brechas, inequidades o barreras en materias de género asociados a los sistemas de información.

Esta actividad será coordinada por el Departamento de Planificación y Control de Gestión y se invitará a todos los funcionarios de la institución, desde Arica a Magallanes, a participar de estas actividades, las cuales sin duda, serán de gran utilidad para nuestra Superintendencia en materia de género.