Cristian Franz Thorud, Superintendente del Medio Ambiente, hace una invitación a leer el interesante relato de la experiencia que ha significado para los jefes de tres de nuestras oficinas regionales ubicadas en el norte, en el centro y en la zona sur del país liderar equipos de la Superintendencia del Medio Ambiente.

Con estas narraciones de tres Jefes de Oficinas Regionales de la Superintendencia del Medio Ambiente hemos querido transmitirles de primera fuente en qué ha consistido la experiencia de cada uno de ellos de liderar sus respectivos equipos cumpliendo el deber de desarrollar las tareas que nos impone la ley. Nos asombra así la narración que hace Boris Cerda, Jefe de la Oficina Regional de Tarapacá, con asiento en la ciudad de Iquique, que da cuenta de la complejidad espacial adicional que para él y su equipo ha significado cumplir con sus quehaceres pues la mencionada región posee distintas realidades geográficas en un mismo territorio político-administrativo, que incluye borde costero, ciudades medianas con alta concentración demográfica, pampa y altiplano, en las cuales se emplazan a su vez distintas actividades (puertos, empresas pesqueras, de servicios y equipamiento, centrales termoeléctricas, mineras no metálicas, metálicas, etc). Lo anterior hace que se moldeen en su territorio una serie de problemáticas ambientales que se manifiestan en forma independiente o conjunta (afectación de biota acuática, olores, ruido, emisiones atmosféricas, afectación de biodiversidad, calidad de aguas subterráneas, alteraciones al patrimonio arqueológico, cultural y a los sistemas de vida y costumbres de grupos humanos, en un área geográfica con presencia de un porcentaje importante de población indígena), y si a todo lo mencionado le sumamos las importantes distancias existentes entre dichas zonas longitudinales y la altitud superior a 4.000 msnm en la cual se emplazan varias de las unidades fiscalizables existentes, el desafío se torna aún más complejo. De comparable dificultad resulta informarse acerca de las tareas que ha asumido el Jefe de la Oficina Regional de la Región de O’Higgins Santiago Pinedo, quien describe que junto a su equipo localizado en la ciudad de Rancagua han debido fiscalizar gran diversidad de proyectos no exentos de dificultad pues la región presenta una muy diversa variedad geográfico-ambiental, con una gama de conflictos muy divergentes en zonas costeras, valles y cordón cordillerano y agregando a lo anterior la vigencia de nuevos Planes de Descontaminación Ambiental que se han implementado. Finalmente resulta admirable aprender como Eduardo Rodríguez, quien en los inicios de la Superintendencia se hizo cargo el año 2013 de la oficina Macro Zonal Sur, que supervisaba las acciones de la SMA desde el Biobío a Magallanes, en los años siguientes asumió como Jefe de la Oficina Regional de la Araucanía, con sede en Temuco, correspondiéndole ahora administrar la Región de la Araucanía, la Región de Los Ríos y la Región de Magallanes. En su relato nos comparte que según su entender, y mirando hacia el futuro del quehacer de la SMA, los desafíos consisten en terminar la instalación de oficinas regionales en todas las regiones de país, seguir fortaleciendo la RENFA nacional y regional, lograr tener una glosa ambiental en el presupuesto de la nación que administre cada servicio bajo la rectoría técnica de la SMA, evaluar seriamente la modificación de la LOSMA en aquellos aspectos que necesariamente el modelo exige descomprimir, mejorar aspectos regulatorios en instrumentos de gestión ambiental , y apostar por una fiscalización en línea y tiempo real, todo ello sin descuidar el capital humano de la institución que es lo más importante con que contamos.